Tejiendo el proyecto?: El blog de Semillas de Paz ?

Palabras clave: Diario de campo colaborativo, Proyecto Semillas de Paz, Orquídeas: Mujeres en la ciencia, Antropología sensorial, Catalina Cortes Severino, Prácticas de cuidado, Investigación colaborativa, Blog académico, Renealmia alpinia, Sirindango 

 

Hola queridos lectores. De nuevo les agradecemos por estar acompañándonos en el blog Semillas de Paz, donde vamos a tratar de mostrarles de forma amena el desarrollo de este proyecto que nace del programa del Ministerio de Ciencias y Tecnología, “Orquídeas: Mujeres en la ciencia” y de al relación que ha construido la profesora Daniela Castellanos, con Ana Miticanoy, la representante legal de la Asociación de mujeres artesanas Iuiai Wasi. 

 

Para conmemorar la primera publicación de este blog, pensamos en conjunto sobre todo lo que vale la pena dar a conocer sobre el proyecto. Esto nos permite registrar lo que vamos haciendo y a la vez reconocer cómo el proyecto va tomando forma y dando sentido a las motivaciones, que nos llevaron a proponerlo y a las decisiones que hemos ido tomando. De esta manera, acercamos el proyecto al público, enfocándonos en partes que usualmente se pasarían por alto, como los personajes que nos han acompañado durante el proyecto o los traspiés que nunca faltan pero que en la práctica nutren muchísimo a los resultados. 

 

Es por esto por lo que les presentamos el primero de los seminarios semanales que se hacen durante el proyecto. Precisamente, aquí surgió la iniciativa para comenzar este blog.. En esta ocasión, los personajes principales serán la antropóloga de la Universidad Nacional, Catalina Cortes Severino y la escritura colaborativa. 

 

El 29 de noviembre de 2023, comenzamos con los seminarios semanales del proyecto “Semillas de Paz”, teniendo en cuenta que éramos un equipo heterogéneo e interdisciplinario, que no nos conocíamos, que estábamos en diferentes lugares de Colombia y que necesitábamos encontrar un medio para comunicarnos y poner en común nuestra semejanzas y diferencias, nos apoyamos en ella para que nos contara su experiencia en la creación de diarios de colaborativos. La discusión se centró en explorar en profundidad esta metodología, que tiene el potencial de transformar la manera en que los investigadores abordan sus proyectos, permitiéndoles comunicarse entre sí a través del diario. Para esto, invitamos a Catalina Cortes Severino, quien ha explorado distintas metodologías para explorar la antropología sensorial y visual. 

El objetivo principal de este encuentro fue entender la experiencia de construcción y elaboración del diario de campo colaborativo. Catalina   nos contó cómo durante la pandemia, había utilizado un blog con el equipo de investigación con el que estaban trabajando al rededor del cuidado. La idea era que cada una hacía una entrada semanal, de acuerdo con su propio ritmo. Esta metodología les permitió escribir reflexiones, realizar entrevistas, analizar lecturas de libros y compartir anécdotas, que se iban comentado unas a otras, instaurando así una escritura colaborativa. No solo se trataba de palabras; la inclusión de videos y fotografías añadió una dimensión visual que enriqueció enormemente el proceso. 

 

Catalina subrayó cómo esta forma de registro permitió que fueran desarrollando una cartografía de las prácticas de cuidado en el ámbito familiar. Fue fascinante ver cómo lograron mapear quiénes cuidaban y quiénes eran cuidados, cómo se movían en su entorno y cómo estas dinámicas estaban entrelazadas con aspectos de clase, raza, género y generación. Las entradas en el blog no solo documentaban estos hallazgos, sino que también ofrecían una plataforma para la reflexión y el análisis colectivo. 

 

Eventualmente, se discutió el propósito de un diario de campo colaborativo, a lo que Catalina respondió que su objetivo principal fue el de plasmar una variedad de pensamientos, conocimientos y perspectivas de un trabajo colaborativo. Pero, hacer uso de un diario de campo colaborativo también implica posibilidad y alternativas en nuestros proyectos, porque este tipo de diario no solo documenta experiencias, sino que también fomenta una comunicación continua y efectiva entre todos los miembros del equipo.  

 

Sobre cómo construir un diario de campo colaborativo, Catalina explicó que el proceso se basa en un diálogo continuo que refleja el sentir y vivir de cada participante. Esta construcción colectiva permite que cada voz sea escuchada y respetada, creando un espacio de colaboración auténtica. Además, la pregunta sobre la periodicidad de las entradas llevó a Catalina a recomendar comenzar con una entrada semanal, estableciendo un ritmo constante que pueda adaptarse a las necesidades del proyecto. 

 

Las discusiones metodológicas no se quedaron atrás. Catalina compartió ejemplos prácticos, como su blog colaborativo y el proyecto “Correspondencias Mutantes”. Este último, realizado a través de un semillero de cine y género, donde utilizaron fotografías, sonidos y videos para documentar experiencias. La organización del material por líneas temáticas emergentes facilitó un análisis estructurado y coherente, demostrando cómo estas herramientas pueden ser aplicadas en diferentes contextos. 

 

Uno de los momentos más significativos del seminario fue el acuerdo unánime de iniciar un diario de campo colaborativo titulado “Blog Semillas de Paz”, pues se pensó en esta como una alternativa para hacer frente al reto de que todos los miembros del equipo estábamos en distintos lugares y no nos conocíamos. Además, no es menor el hecho de que este trabajo, por su carácter interdisciplinar implica que venimos de profesiones diferentes (contaduría, ingeniería química y, antropología), y de sistemas de conocimiento diferentes (sistema indígena y sistema científico/académico).  

 

Vale la pena comentar que, durante el desarrollo del proyecto, la relación de cada una con el blog y la escritura era diferente, además que el blog se demoró en poder abrirse y hacerlo funcionar correctamente. Esto significó que, al final, esta alternativa no funcionó.  Sin embargo, las lecciones del blog nos inspiraron a pensar alternativas de escritura colaborativa que luego se fueron desarrollando de otras maneras. 

 

Es por esto que, el blog, gestionado por la Universidad, se actualizará semanalmente con entradas de los participantes. Así, cada uno podrá compartir sus experiencias y reflexiones, creando un registro vivo y en constante evolución del proyecto. 

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