Quiñonez, D. – Buenos Aires y sus calles llenas de historia

Por Daniela Quiñonez Castillo

La construcción de memoria de un país es una forma de procurar la continuidad de su identidad a lo largo del tiempo. Cuando pienso en mi experiencia en el Study Tour Argentina- Chile es esto lo primero que viene a mi mente. Al recorrer las calles de Buenos Aires no paraba de sorprenderme la manera en que cada rincón logra contar un poco de la historia, política y construcción social de Argentina. Sus estilos arquitectónicos, sus lugares turísticos y sus figuras emblemáticas son reflejo de una identidad de Nación que, si bien puede ser cambiante, ha logrado perdurar.

La arquitectura es una evidencia clara de los muchos contrastes presentes en la ciudad porteña: desde edificios antiguos, históricos, construcciones modernas y contemporáneas. De esta manera, logró llamar mi atención la forma en que sus múltiples estilos arquitectónicos reflejan una cercanía con el legado europeo y una estrecha relación con la inmigración, aspecto clave de la historia argentina. Nuestra visita al Museo de los inmigrantes, nos permitió comprender esto con una mayor claridad. Entre 1850 y 1950 se vivió un gran flujo migratorio en Argentina, siendo así como cerca de 7 millones de europeos que procedían principalmente de España, Italia, Rusia, y Francia, llegaron al país teniendo una fuerte presencia en la ciudad porteña. El famoso barrio de la Boca se convirtió en un lugar de gran recibimiento de inmigrantes, principalmente italianos.  De manera no tan similar, San Telmo, sufrió procesos migratorios internos. Siendo así como a causa de un brote de fiebre amarilla, gran parte de las clases altas que allí habitaban abandonaron el barrio, y se dio pie a un nuevo flujo migratorio con un alto número de llegadas. Explicando en parte la presencia de mansiones, pero también de conventillos.

Otro aspecto que llamó mi atención fue la manera en que la misma arquitectura estaba puesta para la cultura y el espectáculo, lo cual habla mucho de la ciudad argentina. Al recorrer Buenos Aires pude comprender por qué ha sido llamada en ocasiones como una de las capitales culturales de América Latina. Artistas, teatros, librerías, museos y cafés, hacen parte del característico paisaje porteño. Asimismo, me quedo con el asombro que dejaron en mí distintas experiencias.  Por un lado, pude ser testigo de la pasión que se siente al interior de un teatro donde se llevaba a cabo una ópera, sorprendiéndome la forma en que los espectadores pedían una y otra vez que no se acabara el espectáculo. Por otro lado, atesoro el haber tenido conversaciones informales con algunos porteños sobre su gusto por el tango, sus conocimientos sobre temas como la historia de Gardel, de la música y de las fiestas gauchas. Estos aspectos que en ocasiones son pasados por alto dan cuenta también de un proceso de renovación cultural y urbana de la ciudad, lo cual es muy interesante.

De igual manera, los sitios turísticos también hablan de la historia del país, un ejemplo de esto es la Plaza de Mayo. Este lugar logra remitirnos a la fundación de la ciudad, pero también a momentos históricos y políticos que marcaron la historia de Argentina. Las abolladuras presentes en edificios que rodean la Casa rosada, traen a la memoria el atentado del 15 de abril de 1953, donde murieron 6 personas y hubo más de 90 heridos. De esta manera conocer la ciudad, tal y como lo pudimos hacer a lo largo del recorrido guiado por el profesor Milanese, es una forma muy acertada para comprender de forma más profunda la región.

Por último, me queda por decir que esta experiencia fue sumamente enriquecedora no solo por lo mencionado anteriormente, también por el contacto directo que pude tener con las personas que le dan sentido a la cultura del país.  Poder conocer, desde su mirada, la forma en que conciben la política y la fuerte polarización que de ella se desprende, así como tratar de comprender con mayor cercanía las problemáticas que acechan su país, y la desesperanza que vivencian muchos de ellos frente al panorama económico del país, es algo que enriquece, sensibiliza y te da una mirada distinta de lo que se podría haber conocido desde lo teórico. Sin duda es una experiencia que recomiendo y que agradezco haber podido vivir.

 

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