Desde hace unos meses las noticias económicas que provee la economía colombiana son en general buenas. En especial, la tasa de desempleo es una de esas variables que finalmente está presentando el comportamiento deseado por el Gobierno Santos.
La tasa de desempleo promedio nacional para los meses de abril a junio bajó de 12,0% en 2010 a 11, 1% en 2011. Estas noticias son buenas para el país como un todo, pues detrás de dicha tasa se encuentra que en las 13 principales ciudades del país se tienen 431 mil nuevos empleos en dicho periodo, en comparación con el mismo periodo de 2010.
Ahora bien, a diferencia de lo que ocurre con el país, en Cali las noticias mes tras mes no son buenas. De hecho, la tasa de desempleo en vez de disminuir para ese mismo período, aumentó. Pasó de un promedio de 14,8% en 2010 a 15,5% en 2011. Esta tasa solo es superada únicamente por Armenia, Quibdo, Popayán, Ibagué y Pereira.
En las cifras se esconden dos tendencias preocupantes. La primera es que en Cali y su área metropolitana se registró un número de ocupados promedio menor en 2011 durante el periodo abril-junio que en 2010. En especial 55 mil ocupados menos. Por otro lado, de los 431 mil nuevos ocupados que se presentaron en promedio en las 13 principales ciudades, el 64,0% se concentraron en Bogotá, el 20,8% en Medellín y su área metropolitana y el 11,4% en Barranquilla y su área metropolitana. Es decir, entre Bogotá y las áreas metropolitanas de Medellín y Barranquilla se explica el 96,2% del incremento de los ocupados en las 13 principales ciudades. Los nuevos ocupados se están centralizando, ¿y el resto del país? O si se quiere ver el vaso medio vacío, de las cuatro principales ciudades del país, 3 de ellas explican casi todo el crecimiento de los ocupados y Cali no es una de esas ciudades. Por el contrario, ¡Cali está perdiendo puestos de trabajo!
Lo otro preocupante que revelan las últimas cifras de empleo es que buena parte de los ocupados que se perdieron en Cali, cuando se compara el periodo abril-junio de 2011 con 2010, corresponde al sector de intermediación financiera (22,7% de la pérdida) y construcción (11,5% de la pérdida).
Pero por otro lado, si se observan las cifras económicas disponibles para la región encontramos que las exportaciones de la región están creciendo, la producción industrial está creciendo a un buen ritmo en la región. Sectores tan tradicionales como el de los ingenios está viviendo uno de sus mejores años. La inversión pública se encuentra a niveles nunca vistos en décadas en la ciudad. Y la construcción experimento un crecimiento grande en el primer trimestre de 2011 (aún no está disponible la información del segundo trimestre de este año).
Es decir, dada la información fragmentaria que tenemos, pareciese que la economía de la región va bien, pero el empleo no. Está pasando algo delicado, que amerita un plan de choque. En últimas es el empleo la variable que permite traducir el aumento de la actividad económica en bienestar para nuestros habitantes. La criminalidad y violencia que se vive en la ciudad, debe estar relacionada de alguna manera con estas altas tasas de desempleo.
El mes pasado, tras analizar los datos de empleo escribí: “Para disminuir las altas tasas de desempleo en nuestra necesidad se requiere de un equipo de choque y liderazgo. … Estamos en mora de hacer frente a este problema atacando sus raíces y no quedarnos esperando que por inercia de la economía nacional se resuelva el problema en Cali. Esta tarea queda pendiente para el próximo alcalde.”
Tras un mes solo puedo agregar dos cosas: primero, la inercia nacional claramente no nos está arrastrando. Y segundo, sería bueno empezar a escuchar las propuestas de los candidatos a la alcaldía para resolver el problema. ¿qué vamos a hacer en la ciudad?
(Este artículo de opinión fue publicado el lunes 8 de Agosto de 2011 en el Diario el País de Cali)