Las compras: mis mejores amigas

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Qué sientes cuando pasas frente a una tienda y ves aquella cosa que sabes que es perfecta para ti? Alegría verdad? Bueno no eres la única persona, a todos nos pasa y es totalmente normal. Sentimos que si tenemos esa cosa seremos más felices, pero cuánto nos dura esa felicidad? tal vez un día, una semana, o un mes. Sin embargo, lo compramos, y por qué? Quizás porque es algo que verdaderamente necesitamos, o porque quieres estrenar y verte genial en esa fiesta, o porque es algo que otra persona tiene y tú también quieres tenerlo. Pero no nos engañemos, muchas de esas compras son innecesarias, así es, son un derroche de dinero, y todo por qué por un momento instantáneo de felicidad.

Pero qué pasa cuando te llega tu factura del banco, o cuando al final del mes estas angustiado por no tener dinero ni para tomar un taxi. No estoy diciendo que nunca más compres algo, porque seamos francos, comprar y tener algo nuevo que lucir o usar se siente genial, pero para todo hay un límite, y a medida que crecemos y debemos hacernos cargo de nuestras propias cuentas debemos empezar a ser más racionales y escoger con más cuidado qué compras son las ideales para hacer.

Tal vez pienses que aún eres joven y no ves la importancia de ahorrar, pero no te sentirías mucho mejor si al final de mes pudieras salir a divertirte con tus amigos, en vez de quedarte en casa sin un peso en el bolsillo.

Quizás esto es algo que ya sabias, tal vez tus padres o amigos  te lo han  dicho muchísimas veces, y pensaras por qué aun lo sigues haciendo. Hay momentos en los que nos sentimos solos, tristes, o estresados y lo único que queremos es salir de nuestra casa y hacer algo que nos saque de ese pequeño mundo de preocupaciones que existe en nuestras mentes. Algunas personas se refugian en la comida, en el alcohol, en  la televisión y otras en las compras.

Hay personas que prefieren  vivir en esa fantasía de ir de shopping porque es algo que les permite escapar, así sea por unas horas, de aquel torbellino de sus mentes y además porque las hace sentir felices. Así que, qué hay de malo en ir de compras? No le haces daño a nadie, verdad? Pero no has pensado que tal vez te estás haciendo daño a ti?

Si eres una compradora “normal” que sabe hacer bien sus compras y que no se refugia en ellas para escapar de su propia realidad, no tienes nada de qué preocuparte, bueno sólo por tu cuenta bancaria. Pero si eres una persona que sólo va de compras para sentirse bien consigo misma, para tener un momento de felicidad y lo haces repetidas veces por las misma razones, quizás te estas volviendo dependiente de las compras, y es algo que deberías cambiar, pues no sólo estas poniendo en riesgo tus finanzas sino que también puede haber un problema mucho más profundo que quieres ignorar.

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7 thoughts on “Las compras: mis mejores amigas

  1. Totalmente de acuerdo. Muchas veces sólo adquirimos cosas porque tenemos un estilo de vida consumista que deviene se un sistema económico al que estamos acostumbrados.
    Tal vez si necesitemos muchas cosas, pero otras no son necesarias y solo gastamos dinero en ellas porque nos gustan, nos hacen feliz o sentimos que nos dan cierto estatus social frente a los demás.

  2. En realidad somos víctimas de una sociedad de consumo, de los medios de comunicación y de la sociedad en general que nos rotula bajo las apariencias externas, casi que sin darnos cuenta caemos en este consumismo desbordado sin medir las consecuencias.

  3. Hoy en dia la sociedad esta constantementen influenciada por bienes y servicios enfocados en estatus, poder, significados de belleza y fama. Por ende cada consumo debe ser critico racional comparando calidad y precio en lo que es realmente necesario.

  4. Es importante hacer un alto entre comprar lo necesario y comprar por satisfacer necesidades o evadir la realidad pues a través de ello se puede llegar a endeudamiento o comportamiento compulsivo por tener lo que las tendencias indiquen.

  5. Es un tema más complejo de lo que parece. Lo digo porque soy de las personas que invierten más en ropa que en otros artículos. Lo que creo es que muchos jóvenes, que hemos crecido bajo el amparo económico de nuestros padres, tendemos a desarrollar fascinación por productos que aunque innecesarios, considerados parte importante de nuestro día a día. En mi caso la ropa juega un papel importante en esto que llamen desarrollo de la personalidad. En el caso de mi hermano es la tecnología. Digamos que sí, somos parte de una sociedad consumista y superficial. Y cuando somos “mantenidos” nos es mucho más sencillo gastar.
    Estoy de acuerdo con tu opinión. A pesar de que haya objetos que creamos nos definen o hacen sentir bien, al final son objetos: se dañan, se pierden. Y gastar desaforadamente en algo que de esa naturaleza es absurdo, además de peligroso. Las deudas con los bancos son un asunto legal. Así que en definitiva aprender a comprar y a gastar es un asunto que tiene que ir de la mano con la conciencia de que hay cosas más importantes que lo que podás adquirir con una tarjeta de crédito.

  6. Buen punto de vista de la autora de este artículo. Es duro no comprender el entorno que nos rodea y que a su vez no impulsa a tomar decisiones erróneas. Pero no todo es negativo, si bien la autora no profundiza sobre la dualidad entre comprar cosas innecesarias y pequeños lujos, esta tensión en sí misma nos lleva a pensar sobre el tipo de sociedad consumista que a pesar de ser “consciente” de su condición, está dispuesta a justificarse para continuar reproduciendo la intención original, que es simplemente comprar y seguir comprando

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